sábado, 28 de abril de 2012

CAMBIA LA FORMA DE VER LAS COSAS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN DE FORMA.


CAMBIA LA FORMA DE VER LAS COSAS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN DE FORMA.

Si algo no te gusta, cámbialo. Si no puedes hacerlo, cambia tu actitud.

No te quejes.

CAMBIA LA FORMA DE VER LAS COSAS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN DE FORMA.

En Julio del 2006 Will Bowen propuso a su comunidad "El reto de los 21 días" con el propósito de ayudar a eliminar cualquier rastro de queja o lamento y sus nocivas consecuencias para el individuo.

Su propuesta fue muy simple: “Te colocas una pulsera morada con la leyenda UN MUNDO SIN QUEJAS y lo mantienes durante 21 días sin emitir ningún tipo de queja o crítica”; así sea "me duele la cabeza" o "nada me está saliendo bien".

Si durante este periodo emites algún lamento, debes cambiar la pulsera de muñeca y volver a empezar. La mayoría de los participantes logró superar este reto, pero les tomó un mínimo de 5 meses, un tiempo que evidencia la presencia de la cultura de la queja en nuestras vidas.

Un reto que cambiará tu vida y la de tus semejantes.

Ahora te estamos proponiendo asumir este reto de 21 días sin quejas, sin críticas y sin chismes... si lo logras, habrás hecho de tu vida un paraíso sin enfermedades. Tendrás mejor ánimo, menos dolores, relaciones más favorables, mayor autoestima, etc. Serás una persona más feliz y armoniosa.

¿Crees que puedes aceptar el reto?

Seis millones de personas ya lo han logrado desde 2006 cuando Will Bowen lanzó esta campaña en EEUU. Cada día se suman más personas para lograr un mundo mejor. México ya tiene una organización para apoyar "Un mundo sin quejas"

Muchas personas decían que no se quejaban demasiado, pero con el ejercicio se dieron cuenta que lo hacían unas 20 veces en promedio al día.

Quejarnos se ha convertido en una Pandemia.

¿Has notado que siempre hay algo de que quejarse? El clima, el tránsito, la inseguridad en las calles, las mentiras de los políticos, la salud, el dinero que no alcanza, etc., etc. Lo único que ganamos con la QUEJA es sentirnos peor.

"Cuando criticamos, nos quejamos o juzgamos, estamos emitiendo una energía discordante. Esta energía, por la Ley de Atracción, será devuelta a nosotros pero multiplicada. Esto alimenta aquello de lo que nos quejamos y lo hacemos más grande"

Con la queja te conectas con campos de baja energía que te debilitan, te hacen vulnerable a enfermedades, conflictos sociales y carencias. Por el contrario si hablas de GRATITUD te conectas a campos de ALTA energía, en los niveles donde se desarrolla el poder personal.

Nuestra propuesta es simple

ABANDONAS LA QUEJA Y TE LLENAS DE GRATITUD.

... así que mantén una observación especial de tus pensamientos y palabras y cada vez que te descubras quejándote, expresa un agradecimiento a la vida, al trabajo, a la salud... o a cualquier cosa que puedas agradecer de corazón... siempre tendrás algo para agradecer. Cada vez que emitas una queja tendrás que volver a empezar la cuenta de los días desde uno.

Pensar una queja o crítica y no la digo, ¿También cuenta?

Por suerte NO. Sólo las palabras que salen de tu boca son las que cuentan en este caso.
Quienes lo han logrado reconocen que no es para nada fácil, pero después de las tres semanas, o más, que tardes en lograr la meta, dejas inclusive de criticar con la mente.

¡Adelante!... acepta el reto... demuéstrate que SI puedes, y vive la GRATITUD como una experiencia que se "siente"... y asciende a un mayor nivel de conciencia y despertar, donde el panorama de la vida será más amplio y amable contigo.

No hace falta que te pongas una pulsera morada, utiliza una piedra en el bolsillo o algo sencillo. Lo importante es aprender a darnos cuenta que a veces nos quejamos. No hay que darle fuerza a esto, simplemente cambias la pulsera de brazo y YA. Lo importante es darnos cuenta, no culparnos. Y a comenzar de nuevo hasta llegar a los 21 días.

¿Por qué 21 días?

Los científicos dicen que toma 21 días crear un hábito. Nos tomará 21 días dejar el hábito de la queja y formar el nuevo habito de la GRATITUD.

"Quejarse no debe confundirse con la crítica constructiva a través de la cual le haces saber a alguien que ha cometido un error o que tiene alguna deficiencia de modo tal que pueda mejorar. Y abstenerse de quejarse no necesariamente significa soportar malas conductas o actitudes.

No hay nada de malo en decirle al mesero que tu sopa está fría y que necesita ser calentada; si te ciñes a los hechos, que son siempre neutrales. -¿Cómo te atreves a darme la sopa fría?- Eso es quejarse".

Eckhardt Tolle - Un Nuevo Mundo, Ahora
Un Abrazo de Luz
Sergio

miércoles, 25 de abril de 2012

"Las 10 enfermedades de Transmisión ESPIRITUAL" en Luz en tu Ser




     



Las 10 enfermedades de Transmisión ESPIRITUAL


Los siguientes 10 clasificaciones no están destinadas a ser 
definitivas, pero se ofrecen como una herramienta para la toma de 
conciencia de algunas de las enfermedades de transmisión espirituales 
más comunes.
1. Espiritualidad de Comida Rápida:
Mezclar la espiritualidad con una cultura que celebra la velocidad, 
la multitarea y la gratificación instantánea y el resultado es probable 
que sea espiritualidad de comida rápida. La espiritualidad de comida 
rápida es un producto de la fantasía común y comprensible que el alivio 
del sufrimiento de nuestra condición humana puede ser rápido y fácil. 
Una cosa es clara: la transformación espiritual no se puede tener en una
 solución rápida.
2. La espiritualidad de imitación:
La espiritualidad de imitación es la tendencia a hablar, vestirse y 
actuar como nos imaginamos que una persona espiritual, lo haría. Se 
trata de un tipo de espiritualidad que imita la realización espiritual 
en la forma en que la tela de piel de leopardo imita a la piel real de 
un leopardo.
3. Motivaciones confusas:
A pesar de que nuestro deseo de crecer es genuino y puro, a menudo se
 mezcla con otras motivaciones, entre ellas el deseo de ser amado, el 
deseo de pertenecer, la necesidad de llenar nuestro vacío interior, la 
creencia de que el camino espiritual nos liberará de nuestros 
sufrimientos, y la ambición espiritual (el deseo de ser especiales), ser
 mejor que, y ser “el elegido”.
4. Identificarse con las experiencias espirituales:
En esta enfermedad, el ego se identifica con nuestras experiencias 
espirituales y las toma como propias, y empezamos a creer que estamos 
encarnando ideas que han surgido dentro de nosotros en determinados 
momentos. En la mayoría de los casos, no dura indefinidamente, aunque 
tiende a perdurar por largos periodos de tiempo en los que se creen 
iluminados y/o que funcionan como maestros espirituales.
5. El Ego Espiritualizado:
Esta enfermedad ocurre cuando la propia estructura de la personalidad
 del ego se mezcla arraigada y profundamente en conceptos espirituales e
 ideas. El resultado es una estructura del ego que es “a prueba de 
balas.” Cuando el ego se espiritualiza, somos invulnerables a la ayuda, 
nueva información o retroalimentación constructiva. Nos convertimos en 
seres humanos impenetrables y estancamos nuestro crecimiento espiritual,
 todo ello en nombre de la espiritualidad.
6. La producción en masa de los maestros espirituales:
Hay una serie de tradiciones espirituales de moda en la actualidad 
que producen personas que se creen estar a un nivel de iluminación 
espiritual, o maestría, que está mucho más allá de su nivel real. Esta 
enfermedad funciona como una cinta transportadora espiritual: ponte en 
este resplandor, consigue aquella visión, y bam! Estás iluminado y listo
 para iluminar a otros en forma similar. El problema no es que estos 
profesores instruyan sino que se presentan como si hubiesen alcanzado la
 maestría espiritual.

7. El orgullo espiritual:
El orgullo espiritual se produce cuando el practicante, a través de 
años de esfuerzo, en realidad ha alcanzado un cierto nivel de sabiduría y
 usa ese logro para justificar el cierre a más experiencias. Una 
sensación de “superioridad espiritual” es otro síntoma de esta 
enfermedad de transmisión espiritual. Se manifiesta como una sutil 
sensación de que “yo soy mejor que otros, más sabio, y por encima, 
porque yo soy espiritual.”
8. La mente del grupo:
También se describe como pensamiento de grupo, la mentalidad de 
culto, o la enfermedad de ashram, la mente de grupo es un virus 
insidioso que contiene muchos elementos de la codependencia 
tradicionales. Un grupo espiritual tiene acuerdos sutiles e 
inconscientes con respecto a la forma correcta de pensar, hablar, 
vestirse y actuar. Los individuos y los grupos infectados con “mente de 
grupo” rechazan los individuos, las actitudes y circunstancias que no se
 ajusten a las normas a menudo no escritas del grupo.
9. El complejo del pueblo elegido:
Es la creencia de que “Nuestro grupo está más evolucionado 
espiritualmente, es más potente, inteligente y, en pocas palabras, mejor
 que cualquier otro grupo”. Existe una importante distinción entre el 
reconocimiento de que uno ha encontrado el camino correcto, el profesor 
adecuado, o la comunidad correcta para sí mismos, y el haber encontrado 
“al elegido”.
10. El virus mortal: “Yo He Llegado”:
Esta enfermedad es tan potente que tiene la capacidad de ser terminal
 y mortal para nuestra evolución espiritual. Esta es la creencia de que 
“he llegado” al objetivo final de la senda espiritual. Nuestro progreso 
espiritual termina en el punto donde se concreta esta idea en nuestra 
mente, porque el momento en que comenzamos a creer que hemos llegado al 
final del camino, un mayor crecimiento se detiene. “La esencia del amor 
es la percepción”, de acuerdo a las enseñanzas de Marc Gafni, “por lo 
tanto, la esencia del amor propio es la percepción de uno mismo. Sólo te
 puedes enamorar de alguien a quien puedes ver claramente (incluido a ti
 mismo). Amar es tener ojos para ver. Es sólo cuando tú puedes verte 
claramente que puedes comenzar a amarte a ti mismo”.  Es en el espíritu 
de la enseñanza de Marc que yo creo que una parte fundamental del 
aprendizaje de discernimiento en el camino espiritual es descubrir la 
enfermedad del ego y auto-engaño que está en todos nosotros. Ahí es 
cuando necesitamos sentido del humor y el apoyo de los verdaderos amigos
 espirituales. Cuando nos enfrentamos a nuestros obstáculos para el 
crecimiento espiritual, hay ocasiones en que es fácil caer en una 
sensación de desesperación y disminución-y perder la confianza en el 
camino. Debemos mantener la fe en nosotros mismos y en otros, con el fin
 de hacer realmente una diferencia en este mundo.